sábado, 14 de marzo de 2009

Un atisbo de soledad




Sé que la muerte me acecha,
que no encuentro las palabras
para expresar esta flecha
que está clavada en mi alma.

Sé que mi mundo se acaba,
que dejará de moverse
mientras yo escudriño el alba
que me observará inerte.

Sé que las gotas de lluvia
mojarán mi húmeda faz,
que como una concubina
el destino me engañará.

Cierto es que las heridas
con el tiempo se curan
y junto al viento se van.

Pero no es menos cierto
que otras en tu compañía
hallan la melancolía
y un atisbo de soledad.

4 comentarios:

Julia Hernández dijo...

Es la sombra compañera, de nuestros segundos eternos de nuestro peregrinar en el insondable camino, espectáculo incierto de la vida. Un abrazo.

Amaya Martín dijo...

Mientras exista amor en tu alma, mientras veas nacer y morir el horizonte, mientras derrames tu vida en palabras.., no habrá muerte ni habrá flechas, ni soledad ni agua
Tan preciosos versos, tan sentidos, tan elegantes como siempre..
Lástima que te prodigues tan poco..
Mil besos Jorge, de sol al alba

aapayés dijo...

El silencio atisbo del verbo escrito en el alma..

bellos tus versos..

saludos fraternos

un abrazo

EL SUEÑO DE GENJI dijo...

Escudriñar el alba que me observará inerte...

Amigo, esta es ni más ni menos que el sentido de la vida. El alba, el cielo, la tierra, los planetas, sus movimientos sus ciclos...perdurarán..para siempre, casi eternamente. Mientras nosotros sólo somos pequeñas comas en grandes libros de cuentos...Darse cuenta de nuestro insignificante paso es gozar esta vida.

Gracias Siors..