jueves, 1 de enero de 2009

Un mar de dudas



—¿Adónde se supone que vamos? —Me preguntó con aire desenfadado
—¿Adónde se supone que tenemos que ir? —Le respondí

Me encaminé a la proa del barco y de un salto me coloqué sobre el mascarón. Estaba increiblemente cerca del agua, y me salpicaba por momentos al chocar contra la embarcación. Pude notar el aire fresco de la mañana en mi cara. Pude percibir el olor que desprenden las algas al estar estancadas y deduje que nos encontrabamos cerca de algun puerto o alguna playa. Miré el sol del amanecer, admirando el inicio de algo hermoso. Por un momento me sentí libre. Una lágrima se escapó de mi ojo derecho,el único que todavía seguía en su sitio, quien sabe si de tristeza o de alegría.

—Mientras no encontremos un lugar mejor que este, —Musité sin preocuparme de que mi hermano me escuchase— seguiremos vagando sin rumbo.

4 comentarios:

Siôrs dijo...

Corto,pero posiblemente el que mejor me describe...

Amaya Martín dijo...

Siempre Jorge, mientras no alcancemos nuestro puerto..habremos de seguir vagando..Me ha gustado mucho el viaje en barco. Abrazos

EL SUEÑO DE GENJI dijo...

Amigo, yo también siento la salitre de la brisa del mar y puedo oler la vieja madera de ese cascarón.

Me es familiar, pues yo también viajo en ese barco.

Saludos.

Bellisima Stelle dijo...

Que lindo sentir el aire libre desde el amr mismo, los olores de lo que ali hay, el sol al amanecer...a veces es mejor vagar por el mundo, hasta encontrar nuestro lugar en el mundo...en la vida.-

Hola Jorge, un placer leerte...me gustaria seguir visitandote, asi que te invito a mi rincòn cuando quieras...
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Un abrazo y buen año!!